Por Graciela Cutuli
Ubicado en el corazón de Denver, el Populus se presenta como el primer hotel “carbono positivo” de EE. UU. Una propuesta ambiciosa que combina arquitectura sostenible, materiales reciclados y mitigación ambiental.
En un mundo donde la sostenibilidad se ha vuelto un criterio cada vez más importante para los viajeros, algunos hoteles buscan ir más allá del reciclaje y la eliminación de plásticos de un solo uso. Ese es el caso del Populus, un hotel recién inaugurado en el centro de Denver, que afirma ser el primero en Estados Unidos en ser “carbono positivo”, es decir, capaz de absorber más carbono del que emite.
La propuesta es audaz, y ha sido analizada en un artículo del The New York Times publicado el 22 de abril de 2025 por la periodista Cindy Hirschfeld, quien detalla el enfoque holístico que persigue el hotel, desarrollado por la firma Urban Villages y diseñado por el prestigioso estudio Studio Gang.
Arquitectura inspirada en la naturaleza
Desde su fachada, inspirada en la corteza del álamo, hasta su recepción construida con madera recuperada de árboles caídos, todo en el Populus busca emular un bosque urbano. Sus 265 habitaciones combinan diseño moderno con materiales duraderos, y el edificio prescinde de estacionamientos propios para fomentar el uso del transporte público. La experiencia se complementa con espacios como el restaurante Pasque, donde la decoración incluye materiales similares al cuero hechos de micelio de hongos.

¿Qué lo hace “carbono positivo”?
El Populus ha implementado múltiples estrategias para reducir su huella de carbono:
-Uso de concreto con 30 % menos emisiones que el convencional
-Incorporación de materiales reciclados y biodegradables en alfombras y textiles
-Un biodigestor que transforma los desechos orgánicos de los restaurantes en fertilizante
-Un panel en línea donde los huéspedes pueden consultar las emisiones del hotel y sus compensaciones.
Pero su principal apuesta es la reforestación. En 2022, la empresa financió la plantación de 77.000 abetos Engelmann en Colorado, aunque el 80 % fue destruido por fenómenos climáticos extremos. Este año, planean plantar entre 50.000 y 70.000 nuevos árboles.
¿Marketing o verdadera acción climática?
Expertos consultados en el reportaje, como Joseph Romm, del Penn Center for Science, sostienen que hablar de “carbono positivo” puede ser exagerado, especialmente si la estrategia se basa en compensaciones como la plantación de árboles, cuya efectividad a largo plazo es incierta. Por ejemplo, Alemania ya prohíbe que los hoteles se anuncien como “neutrales en carbono” sin pruebas concretas, y la Unión Europea aplicará en 2026 una directiva contra el greenwashing o ecoblanqueo.
En contraste, Auden Schendler, exdirector de sostenibilidad de Aspen One, considera que las iniciativas individuales son insuficientes sin reformas legales profundas. Propone que, en lugar de plantar árboles, los hoteles como el Populus presionen por leyes más estrictas sobre residuos y emisiones.

¿Qué rol juega el viajero?
El Populus demuestra que la sostenibilidad puede integrarse al diseño y la experiencia del huésped sin sacrificar confort ni estética. Amanda Ho, de Regenerative Travel, destaca el rol del sector privado como agente de cambio más ágil que los gobiernos. En ese sentido, hoteles como el Populus pueden educar, inspirar y generar conciencia sobre el valor de la naturaleza.
Al final del día, como dijo el propio presidente de Urban Villages, Jon Buerge, el objetivo es que “los huéspedes salgan del hotel con la convicción de que el mundo natural es algo que vale la pena proteger”.

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