Verano, viajes y fiestas: cómo ayudar a las mascotas a transitar el estrés de fin de año

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Por Ariel Ferrero para SunnyNews y FMGN

La temporada de verano, con vacaciones, viajes, festejos y cambios en la dinámica familiar, suele ser motivo de disfrute para las personas. Sin embargo, para muchas mascotas estos períodos representan una fuente importante de estrés y ansiedad. Perros y gatos se ven especialmente afectados por ruidos intensos, traslados y alteraciones en sus rutinas, lo que vuelve clave acompañarlos de manera adecuada.

Según un estudio realizado por Kantar en 2024, 8 de cada 10 argentinos conviven con al menos una mascota, y el 75% considera a su perro o gato como un hijo. En la Ciudad de Buenos Aires, incluso, hay más perros que niños menores de diez años. Estos datos reflejan el fuerte vínculo afectivo, pero también la necesidad de comprender el impacto real del estrés en los animales, especialmente en esta época del año.

La evidencia científica es contundente. Un estudio de la Universidad de Utrecht señala que el 80% de los perros sufre algún grado de miedo o estrés durante los fuegos artificiales, y que un 33,9% presenta reacciones fóbicas que pueden extenderse más de media hora después de que cesa el ruido. Otras investigaciones indican que hasta el 85% de los perros puede padecer ansiedad por separación, manifestando conductas autolesivas, depresión y niveles elevados de estrés hormonal.

Durante períodos prolongados de tensión —como las semanas previas y posteriores a Año Nuevo—, las mascotas desarrollan hipervigilancia y una mayor sensibilidad generalizada a los ruidos. En los perros, el 69% se vuelve más asustadizo y el 59% desarrolla sensibilidad a sonidos no pirotécnicos, lo que impacta directamente en su calidad de vida.

¿Qué son las feromonas y cómo funcionan?

Las feromonas son sustancias químicas que los animales liberan de manera natural para comunicarse. A través del olfato, transmiten mensajes de seguridad, calma o pertenencia a otros individuos de su misma especie. Los gatos, por ejemplo, utilizan feromonas faciales para marcar su entorno como seguro, mientras que las madres liberan feromonas de apaciguamiento para tranquilizar a sus crías.

Gracias a los avances científicos, hoy es posible replicar estas señales de bienestar mediante feromonas sintéticas, disponibles en diferentes formatos para el hogar. Estos productos imitan los mensajes naturales de calma y ayudan a las mascotas a afrontar mejor situaciones estresantes.

“Actualmente existen productos que utilizan feromonas sintéticas análogas a las maternas caninas y a las maternas y faciales felinas, lo que las hace especialmente efectivas para generar una sensación de tranquilidad”, explica la médica veterinaria Lucía Marcerou, coordinadora de Trade Marketing de König, laboratorio veterinario responsable de Serenex, línea de feromonas para perros y gatos.

“Actualmente existen productos que utilizan feromonas sintéticas análogas a las maternas caninas y a las maternas y faciales felinas, lo que las hace especialmente efectivas para generar una sensación de tranquilidad”, explica la médica veterinaria Lucía Marcerou, coordinadora de Trade Marketing de König, laboratorio veterinario responsable de Serenex, línea de feromonas para perros y gatos.

Situaciones típicas de estrés en vacaciones

Durante el verano y las fiestas de fin de año, las mascotas suelen enfrentarse a:

  • Fuegos artificiales y ruidos intensos
  • Viajes y traslados
  • Mayor cantidad de visitas en el hogar
  • Ausencia temporal de sus dueños
  • Cambios en la rutina familiar

En este contexto, las feromonas se convierten en un aliado para crear un ambiente previsible y seguro, complementando otras prácticas de cuidado responsable.

Recomendaciones de uso

Desde el laboratorio König brindan pautas específicas según cada situación:

  • Fuegos artificiales: colocar el difusor al menos cinco días antes y reforzar con spray en la cama o espacio habitual entre tres y cuatro horas antes del evento.
  • Adaptación a un nuevo lugar: enchufar el difusor desde el primer día en la nueva vivienda o alojamiento. Idealmente, activar el dispositivo antes de que la mascota ingrese al lugar.
  • Viajes en auto: rociar el interior del vehículo y la cama o cucha 15 minutos antes del traslado, sin aplicar directamente sobre el animal.
  • Ansiedad por separación: mantener el difusor en el ambiente donde la mascota pasa más tiempo sola.

“Su eficacia no es solo una percepción. Estudios publicados en revistas científicas como el Journal of the American Veterinary Medical Association demuestran que las feromonas reducen significativamente los signos de estrés en perros y gatos”, agrega Marcerou. “Actúan sobre el sistema límbico, el centro emocional del cerebro, promoviendo calma sin efectos secundarios ni sedación”.

Cómo reconocer si están funcionando

En los gatos es frecuente observar conductas como frotarse, lamerse o acicalarse más en las zonas donde se aplican las feromonas. En los perros, suele notarse una actitud más relajada, lamidos faciales y bostezos reiterados, señales asociadas a la liberación del estrés. No obstante, la ausencia de estos comportamientos visibles no implica que el producto no esté siendo efectivo.

“Las feromonas son una herramienta de apoyo, no un sustituto del enriquecimiento ambiental ni del cuidado responsable”, subraya la especialista. “Deben integrarse a un enfoque que incluya juego, ejercicio y, cuando sea necesario, la consulta con un profesional en comportamiento animal”.

Utilizadas de manera correcta y anticipada, las feromonas pueden marcar una diferencia concreta en el bienestar de las mascotas durante los momentos más intensos del verano, las vacaciones y las fiestas, ayudándolas a transitar estos cambios con mayor calma y seguridad.