El Sheraton Santiago: el hotel que encendió la televisión en color y renovó la gastronomía chilena

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Por Ariel Ferrero para SunnyNews, un medio de Grupo FMGN Press (*)

Sheraton Santiago no solo es un ícono hotelero: también es un escenario donde se escribieron capítulos clave de la televisión y la cocina chilena. Su relación con la cultura popular quedó inmortalizada la noche del 10 de abril de 1978, cuando desde el restaurante L’Etoile, en plena transmisión del programa Esta noche es fiesta, Chile hizo oficialmente el salto del blanco y negro a la televisión en color. César Antonio Santis y el recordado locutor Eduardo “Lolo” Achondo dieron el anuncio en vivo, marcando un antes y un después en la pantalla nacional.

Desde entonces, el hotel se transformó en un centro neurálgico para la industria audiovisual. Sus salones y terrazas fueron testigos de concursos de belleza, matinales, programas de conversación y escenas de teleseries. La cercanía con los principales canales de televisión reforzó ese vínculo: durante años, el legendario productor de Sábados Gigantes, Antonio Menchaca, realizaba allí sus reuniones de pauta.

Pero la historia del Sheraton no se cuenta solo con cámaras y focos. Su identidad también se forjó a fuego lento en las cocinas. Tras los primeros años de glamour gastronómico del L’Etoile en los setenta, el verdadero salto llegó en 1985 con la llegada del chef suizo Joseph Gander, quien lideró las cocinas por 25 años.

Gander instaló estándares inéditos para la época: esculturas de hielo, banquetes de frutas frescas, técnicas modernas y una exigencia profesional que formó a generaciones completas de cocineros. Gracias a él, el restaurante El Cid se consolidó como uno de los imprescindibles de Santiago, mientras que El Bohío —aún activo junto a la piscina— se volvió un clásico del verano capitalino.

Otro capítulo inolvidable fueron los Festivales Gastronómicos de los años ochenta, que trajeron al hotel grandes chefs de Lima. El éxito fue tal que uno de ellos, Emilio Pesquiera, decidió quedarse definitivamente en Chile, donde más tarde abriría el restaurante peruano El Otro Sitio, hoy parte de la memoria culinaria local.

Con su mezcla de glamour televisivo, tradición culinaria y espíritu pionero, el Sheraton Santiago no solo acompañó la evolución de la ciudad: la iluminó y la alimentó durante décadas.

Por Ariel Ferrero

(*) El Grupo FMGN Press es dueño de The Post y SunnyNews