El Ártico en alerta: temperaturas récord y mínimos históricos de hielo

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Por Abram Feldman, meteorólogo del Instituto Climático Mundial (GWI)

El Ártico registró durante la última temporada las temperaturas más altas de los últimos 125 años, mientras que la extensión del hielo marino alcanzó su nivel máximo más bajo en 47 años de mediciones satelitales, según el informe anual Arctic Report Card publicado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

El reporte, una referencia científica clave para comprender la evolución de la región polar, también reveló que la tundra norteamericana presentó el mayor nivel de “verdor” jamás registrado, un fenómeno que refleja un crecimiento inédito de la vegetación como consecuencia directa del calentamiento global.

“El Ártico continúa calentándose a un ritmo superior al promedio mundial, y los últimos diez años han sido los más cálidos jamás registrados”, explicó Steve Thur, científico jefe interino de la NOAA. Este calentamiento acelerado está provocando transformaciones profundas en los ecosistemas, con impactos visibles y medibles.

Uno de los efectos más llamativos es el deshielo del permafrost, que está alterando ríos y paisajes en Alaska. El informe advierte que más de 200 cuencas hidrográficas se tiñeron de color anaranjado debido a la liberación de hierro y otros elementos atrapados en el suelo congelado durante miles de años. Investigadores también detectaron mayor acidez y concentraciones elevadas de metales tóxicos en estas aguas.

El Arctic Report Card cumple este año su vigésima edición y es el primero elaborado durante el segundo mandato del presidente Donald Trump, una administración que ha cuestionado reiteradamente la ciencia climática. Aun así, los autores del informe aseguraron que su trabajo se realizó sin interferencias políticas. “No recibimos ningún tipo de presión sobre nuestros resultados”, afirmó Matthew Druckenmiller, científico del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo.

La NOAA presentó el informe durante la reunión anual de la Unión Geofísica Americana en Nueva Orleans, uno de los encuentros científicos más importantes del mundo. Allí, expertos advirtieron que los datos representan una verdadera “alarma roja” sobre el futuro de la región.

El documento también pone el foco en un desafío adicional: los riesgos para la continuidad del monitoreo científico del Ártico. Recortes presupuestarios y reducción de personal podrían afectar la red de observación, incluyendo satélites clave que miden el hielo marino y que están programados para ser retirados en 2026. Incluso algunos conjuntos de datos esenciales, como los que analizan el verdor de la tundra, podrían dejar de actualizarse por falta de financiamiento.

Para el turismo y los viajes de naturaleza, estos cambios no solo redefinen el paisaje del Ártico, sino que también refuerzan la urgencia de viajar de forma responsable y comprender cómo el calentamiento global está transformando uno de los ecosistemas más frágiles y fascinantes del planeta.región enfrenta transformaciones sin precedentes.