El efecto Donald Trump golpea a Nueva York. La Gran Manzana recibirá este año 400.000 turistas menos que en 2024, un descenso provocado principalmente por el sentimiento negativo que tienen los viajeros extranjeros hacia Estados Unidos, generado por algunas políticas impulsadas por la actual administración estadounidense, en particular su postura hacia los inmigrantes y los altos aranceles.
La junta de turismo de la ciudad, según informó el New York Times, había comenzado 2025 con optimismo, cinco años después de la pandemia de Covid que obligó a cerrar la ciudad al mundo, prediciendo una recuperación total con un número récord de visitantes.
Pero todo cambió rápidamente cuando el presidente estadounidense declaró en abril una guerra comercial con sus aliados, consideró anexar más países a su territorio (lo que generó un quiebre con su vecino Canadá) e intensificó la represión migratoria que llevó a la detención de cientos de turistas extranjeros.

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Pronóstico en rojo
El Buró de Turismo y Convenciones de la Ciudad de Nueva York, encargado de la promoción de Big Apple, revisó ahora a la baja dos veces su estimación inicial de 67,6 millones de visitantes, tanto internacionales como nacionales.
El Buró ahora pronostica que el total de visitantes para el año en curso caerá a 64,1 millones, debido a una fuerte disminución de los visitantes de Canadá, hasta ahora su principal mercado, por su cercanía y propuestas.
Mientras que habrá 400.000 turistas nacionales más que el año pasado, se estima que habrá 800.000 turistas extranjeros menos, lo que representará un duro golpe a las arcas de la ciudad.
Y son precisamente los viajeros internacionales los que tienden a quedarse más tiempo y a gastar más dinero, en particular los de Sudamérica, que invierten inclusive más que los europeos en general. En términos de visitantes, los británicos, alemanes e italianos lideran en cantidad de viajeros.
El año pasado, los viajeros desembolsaron 51.000 millones de dólares en Nueva York, aproximadamente la mitad de los cuales provinieron de extranjeros, y se espera que el gasto disminuya en 4.000 millones de dólares este año.
“En cuanto nos levantamos, nos vuelven a derribar”, dijo un hotelero al New York Times que habló bajo condición de anonimato.
El turismo es un pilar clave de la economía de la Gran Manzana y ayuda a sustentar numerosas industrias, entre ellas los teatros de Broadway, museos y restaurantes, que emplean a más de 260.000 personas.
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