Los fanáticos de The Beatles siempre tienen motivos para visitar (y muchos para retornar) a Liverpool, Inglaterra. En un sentido homenaje a una de las mayores leyendas musicales de todos los tiempos, Sir Paul McCartney ha sido honrado con una estatua de bronce de tamaño natural en su ciudad natal.
El monumento fue inaugurado en una ceremonia pública, atrayendo a fans, autoridades municipales y amantes de la música de todo el mundo para celebrar el legado perdurable del ex Beatle, que aún hoy, a los 82 años continúa haciendo giras por todo el mundo.
Ubicada cerca del icónico Cavern Club, donde los Beatles iniciaron su meteórico ascenso, la estatua captura a McCartney en su mejor momento: con el bajo Hofner en la mano, la cabeza ligeramente inclinada y una sonrisa discreta, listo para cambiar el mundo, nota a nota. La pieza, esculpida por la reconocida artista británica Helen Middleton, es a la vez realista y simbólica, evocando no solo a un músico, sino a un movimiento.
“Paul McCartney no es solo un hijo de Liverpool”, dijo el alcalde de la ciudad durante la inauguración. “Es el sonido de Liverpool, el corazón de nuestra historia y el alma de una generación”.

Una multitud de generaciones
Cientos de personas se congregaron en la ceremonia, muchos con camisetas de los Beatles, ondeando banderas británicas o reproduciendo canciones de la extensa discografía de McCartney en altavoces portátiles. La multitud estaba repleta de gente de todas las edades, desde fans que vieron a los Beatles en directo en los años 60 hasta jóvenes músicos inspirados por el trabajo en solitario y el activismo de McCartney.
Aunque McCartney no asistió a la inauguración en persona debido a compromisos de gira, emitió una cálida declaración de gratitud: “Liverpool me hizo quien soy. Esta estatua me conmueve y espero que traiga una sonrisa a los visitantes, como esta ciudad siempre me la ha traído a mí”.

El homenaje es más que una simple estatua: forma parte de una iniciativa cultural más amplia en Liverpool para honrar su legado musical e inspirar a las generaciones futuras. Placas cercanas detallan las contribuciones de McCartney a la música, la paz y la educación artística, incluyendo su trabajo en LIPA (Liverpool Institute for Performing Arts), del cual fue cofundador.
Ya hay planes para celebrar anualmente el Día de la Música McCartney, en el que artistas locales interpretarán sus canciones por toda la ciudad.
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